Eran las 9 de la noche de aquel 24 de noviembre de 2006. Valentín Elizalde como en cada presentación, estaba listo dos o tres horas
antes del comienzo del concierto para arribar al lugar donde se iba a llevar a cabo. Llegó puntual a la cita en la Expo-Feria de Reynosa, Tamaulipas y como era su costumbre saludó a algunos
invitados especiales y entró a su camerino para relajarse un poco antes de comenzar a cantar.10:30 pm – Su primo Tano Elizalde -que lo acompañaba en la mayoría de los conciertos- se
acercó a él y en privado le advirtió que un personaje del crimen organizado estaba entre el público. Una de las peticiones era que no cantara “A mis enemigos”, tema que aquel personaje
relacionaba con el grupo contrario al suyo. 11:00 pm – La gente esperaba con ansias el comienzo del concierto del “Gallo de oro”; coreaban sus canciones y los tragos aparecían por el lugar.
Aquel personaje de igual manera, tomaba cerveza en un área VIP rodeado de su gente y bellas mujeres mientras aguardaba por la aparición del cantante en el escenario.11:55 pm – Los primeros
acordes de la banda La Guasaveña empezaron a sonar en el recinto; la gente se volvía loca al escucharlos pues sabían que Valentín Elizalde estaba a punto de pisar el
escenario, y así fue.“El Vale” arrancó su concierto pero con un pequeño detalle… hizo caso omiso a las advertencias y pareciera que de manera retadora interpretó como primer tema “A mis
enemigos”.12:05 am – Terminado aquel corrido, el personaje que se encontraba muy cerca de “El Vale” hizo muecas de desacuerdo, pero el concierto siguió de manera “normal”.01:50 am – El show
estaba a punto de terminar. Valentín Elizalde decidió volver a hacer caso omiso a las advertencias de su primo y nuevamente se escuchó a todo volumen “A mis enemigos” como cierre del
concierto. “Sigan chillando culebras/ las quitaré del camino/ y a los que en verdad me aprecian / aquí tienen a un amigo/ ya les canté este corrido / a todos mis enemigos…” fueron las últimas
palabras de la canción y de Valentín en el escenario.01:55 am – Enojado y con la sangre hirviendo azotó la mesa y una sola palabra salió de su boca: “mátenlo”. 02:00 am
– Mario Mendoza, su representante avisó de inmediato al cantante lo que ocurría; fue entonces que abordaron junto a su chofer y su primo Tano Elizalde, la Suburban que los llevaría al
aeropuerto.02:10 am– Al tratar de salir del lugar dos camionetas llenas de hombres armados le cerraron el paso, segundos después las ráfagas comenzaron. Tras dar por muerto a Valentín
Elizalde, los comandos armados abandonaron el lugar.02:30 am– La camioneta de “El gallo de oro” fue encontrada con 70 casquillos de diferentes calibres alrededor. Solo había un
sobreviviente, y Valentín había dejado de existir. En ese momento la leyenda comenzó.