Las aplicaciones de citas Tinder y Grindr venden los datos personales de sus usuarios a empresas terceras, incluyendo
su orientación sexual en el caso de Grindr, en violación de la normativa europea, denunció el martes el Consejo de Consumidores de Noruega, con sede en Oslo, capital de ese país. La
investigación aseguró que Grindr, destinada específicamente a personas de la comunidad LGBT, y Tinder comparten los datos de GPS, dirección IP, edad y sexo de sus usuarios con
mútliples empresas para mejorar la eficiencia de los anuncios publicitarios. Al compartir datos, se deduce la orientación sexual.
Según el informe Out of control (Fuera de control) escrito por el Consejo de Consumidores de Noruega sobre la recopilación y
el uso de los datos de los usuarios por parte de diez aplicaciones, no sólo de Tinder y Grindr, "la industria publicitaria está infringiendo sistemáticamente la ley".El activista
austriaco Max Schrems denunció:Cada vez que usted abre una 'app' como Grindr, las empresas publicitarias conocen su ubicación GPS, los identificadores utilizados para iniciar sesión en el
dispositivo e incluso el hecho de que usa una aplicación de citas gay".Lo hecho por Tinder y Grindr "es una violación descarada de derechos europeos de privacidad de los
usuarios", lamentó el Consejo de Consumidores, un organismo independiente que beneficia de fondos públicos. El informe también involucra a Tinder, acusado de compartir los datos de sus
usuarios con al menos 45 empresas de su propietario, el Grupo Match.
Además de Tinder y Grindr, otras aplicaciones como Qibla Finder (recordatorio de eventos religiosos para los musulmanes),
Clue and MyDays (control de los periodos de fertilidad) o la aplicación para niños My Talking Tom 2 también fueron señaladas por el informe.Según el Consejo de Consumidores de Noruega, estas
prácticas de Tinder pueden conducir a casos de discriminación, manipulación o explotación. Grindr, controlada por la empresa china Beijing Kunlun, no respondió a una solicitud de
comentarios. Durante las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016, Facebook fue acusado de vender datos para que la publicidad política fuera más eficiente.