La primera caravana de centroamericanos que intenta alcanzar suelo estadounidense en 2020 salió en la madrugada de este miércoles de la
ciudad de San Pedro Sula, Honduras. Unos 1,000 migrantes en su mayoría hondureños que aseguran estar huyendo de la falta de oportunidades y la violencia se encaminaron a Guatemala,
desde donde intentarán pasar a México y pedir asilo en la frontera estadounidense.El grupo —el sexto desde 2018— se puso en marcha pese a que el gobierno de Estados Unidos ha reducido
drásticamente el otorgamiento de beneficios a migrantes y ha presionado a países como Guatemala, Honduras y México para que frenen los intentos de los migrantes de llegar a su
territorio."Pese a los acuerdos entre países, la gente no está entendiendo, están desesperados”, dijo a Noticias Telemundo Mercedes Pérez, miembro de una organización de apoyo a
migrantes. Cada vez menos personas con intenciones de solicitar asilo en Estados Unidos logran llegar a su frontera, como consecuencia de la política de tolerancia
cero implementada durante la administración de Donald Trump. Mientras en mayo unos 132,000 lograron llegar, solo unos 33,000 lo hicieron en diciembre.El otorgamiento de beneficios
migratorios para quienes pasaron por otros países antes de pedir asilo en Estados Unidos también ha disminuido, pues el país considera que quien estuvo en otro territorio debió haberlo pedido
allí. Grupos que abogan por los derechos de los migrantes han sostenido que estos no los hacen debido a la inseguridad y la pobreza.En la tarde de este miércoles la corresponsal de Noticias
Telemundo en la frontera entre Honduras y Guatemala, Jenny Corado, reportó que las autoridades guatemaltecas intentaron detener el paso de los migrantes con gases lacrimógenos. El grupo burló el
cerco policial e ingresó al país para continuar su tránsito. Sin embargo, según un reporte de la agencia AP el nuevo nuevo presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, dijo que su país no
bloquearía a los migrantes siempre que fueran capaces de mostrar su identificación y sobre todo la de los menores que viajan con ellos.Giammattei dijo que se comunicó con el canciller
mexicano, Marcelo Ebrard, quien afirmó que México “hará todo lo que esté en sus manos” para evitar el ingreso de los migrantes en su territorio, recoge el reporte de la agencia.A raíz
de la crisis que se generó en 2018 cuando miles de centroamericanos llegaron a la frontera estadounidense, Washington amenazó a ese país con una serie de aranceles si no tomaba medidas para
evitar la entrada de migrantes a su territorio.Como resultado, se implementó el llamado Programa para la Protección de Migrantes (PMM), que ha llevado a que más de 56,000 personas fueran
devueltas al lado mexicano, desde donde esperan que sus solicitudes se resuelvan a través de las cortes de inmigración.