Las razones para consumir soda de dieta pueden ser muchas: estás a dieta, estás tratando de reducir la cantidad de azúcar que ingieres
o quieres tener hábitos más saludables. Sin embargo, es posible que estas bebidas tenga los efectos contrarios en tu cuerpo. Son muchas las formas en que el refresco de dieta daña tu cuerpo.
El Insider se dio a la tarea de recopilar algunas de ellas.
Los expertos aseguran que el consumo de este tipo de bebidas no mejora los niveles de glucemia en personas sanas ni en enfermos
diabéticos, y tampoco coadyuva en la pérdida de peso.
Consumir sodas de dieta aumenta la producción de radicales libres en los tejidos de los riñones, lo cual es un factor en la temida
enfermedad renal.
Consumir refrescos endulzados con edulcorantes artificiales eleva el riesgo de sufrir enfermedades como demencia, accidente
cerebrovascular y Alzheimer, según una investigación realizada entre 3,000 consumidores de sodas de dieta.
Beber refrescos de dieta cambia la microbiota intestinal y esto, a su vez, altera la función digestiva y la regulación hormonal.
Especialmente edulcorantes como la estevia, la sacarina y la sucralosa puede alterar las bacterias intestinales.
Que estas bebidas no contengan azúcar no significa que no puedan dañar tus dientes, pues estos refrescos tienen ácido cítrico, ácido
tartárico y ácido fosfórico que son tan agresivos para tu dentadura como los refrescos con azúcar regular.
Contrariamente a lo que se piensa, los refrescos de dieta aumentan los antojos de alimentos dulces, situación que incrementa el
consumo de calorías y, paradójicamente, de azúcar.