Para el experto, lo principal es hacer un cambio de 180 grados a nuestro sistema alimentario, pues tendríamos que hacer más accesible la comida saludable y, que en cambio, tengamos que esforzarnos para conseguir comida chatarra. Aumentar impuestos a comida chatarra: Un paso inicial y efectivo sería seguir aumentando significativamente los impuestos a la comida chatarra y las bebidas azucaradas.Quizás si los refrescos no costaran tan baratos como el agua, nos decidiríamos por el agua.
Poner la comida saludable a la vista: También podríamos cambiar la disposición de los productos en los supermercados y las tienditas, colocando alimentos más saludables donde sean fáciles de ver y tomar, y haciendo más difíciles de encontrar los alimentos poco saludables. Regular la publicidad: También deberíamos regular en gran medida la publicidad de la comida chatarra (especialmente la dirigida a los niños). Bazúa insiste en que esta crisis sanitaria es el momento perfecto para reestructurar el sistema alimentario en nuestro país de manera que la alimentación saludable sea la primera opción. ¿Estás de acuerdo?