Después que púgil cubano Arlen López se llevara la medalla de oro en la final de box de peso semipesado este miércoles
en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, el boxeador británico Benjamin Whittaker se negó a colocarse su medalla de plata en el podio alegando que se trataba de un
fracaso.
“Uno no gana la plata, uno pierde el oro (…) Es un fracaso, no lo voy a celebrar”, dijo a los medios el británico, quien consiguiera
el segundo lugar en la competencia y fuera medallista de bronce del pasado Mundial.
La final del miércoles fue un duelo entre dos estilos contrapuestos. La clásica combinación de juego de pies y potencia de golpeo cubano
frente a un heterodoxo Whittaker que, precavido, le invitaba a avanzar para sorprenderle al contragolpe. Y mientras Arlen López, campeón del peso medio de Rio-2016, dio toda
una lección de boxeo al británico sobre el ring de los Juegos de Tokio-2020, Whittaker no discutió su rotunda derrota pero al recibir la medalla en la ceremonia prefirió guardarla en el
bolsillo del pantalón.Sin embargo, la victoria del cubano no fue unánime porque uno de los cinco jueces sorprendentemente vio ganador a su rival.
Pese a la exhibición, Whittaker no se resignaba a marcharse de la arena Kokugikan con la medalla de plata. Tras su acto de
inconformidad, se justificó diciendo “no trataba de faltarle el respeto a López”, y agregó “es su momento y no quiero quitarle brillo (…) Es doble medallista por algo y hoy demostró su
nivel”.Finalmente, el boxeador británico, verdugo en la primera ronda del colombiano Jorge Luis Vivas, declaró:
“Me dolió muy profundamente y me sentí avergonzado (…) En un par de años miraré hacia atrás y pensaré en qué estaba haciendo”. ¿Qué
pasó en el ring? En el arranque, López tomó el control del centro del ring con el británico moviéndose en círculos guardando distancia y atacando en cuanto podía aprovechando su mayor
estatura y largos brazos. La estrategia de López fue recompensada con la mejor puntuación de los cinco jueces pero Whittaker mantuvo su boxeo defensivo confiando en que el combate
le brindara alguna oportunidad decisiva.
En el segundo asalto el cubano siguió dominando pero asumiendo mayores precauciones que evitaron que el británico pudiera recortarle
ventaja.
López comenzó el último round en clara ventaja en el marcador y no dejó de presionar al británico hasta el último segundo para evitar
cualquier tipo de sorpresa. Tras recibir su segundo oro, López se llevó los dedos a los labios en un gesto, según explicó, dirigido a “aquellos que estaban contra mí o que pensaron que no
sería capaz de lograrlo o que me faltaba motivación”.
“Seguimos de pie”, remarcó. “Vamos a seguir dándole alegría al pueblo y a nuestros familiares y la gente que nos quiere”, afirmó el
que se convirtió este miércoles en doble campeón olímpico avasallando en la final del peso semipesado.