La pandemia del COVID-19 ha cobrado la vida de millones de personas a nivel mundial. La pandemia del COVID-19 impactó gravemente a nivel mundial dejando graves afectaciones en diferentes sectores, siendo el de salud uno de los más perjudicados, incluso este lunes se llegaron a los 5 millones de muertes en todo el mundo, en menos de dos años de que comenzara la emergencia sanitaria.
Dichas cifras presentadas por la Universidad Johns Hopkins, equivalen a las poblaciones combinadas de Los Ángeles y San Francisco, ambas ubicadas en Estados Unidos. Incluso los 5 millones de fallecidos por el virus del SARS-CoV-2 es comparable al número de muertos en batallas entre países desde 1950, según estimaciones del Instituto de Oslo de Investigaciones de la Paz. Asimismo, con dichas estimaciones la pandemia del COVID-19 se coloca actualmente como la tercera causa de muerte en todo el mundo después de la enfermedad cardíaca y los infartos.
Sin embargo, las cifras registradas por la Universidad Johns Hopkins no son más que estimaciones a la cifra real, pues durante la emergencia se presentaron limitaciones de pruebas diagnósticas, algunas personas perdieron la vida en casa sin recibir atención médica, especialmente en las zonas más pobres del mundo.
Cabe señalar que el país que más muertes ha contabilizado es Estados Unidos con 745 mil fallecidos. ONU califica a las 5 millones de muertes como un fracaso
Tras darse a conocer que la pandemia del coronavirus ha cobrado la vida de 5 millones de personas a nivel mundial, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, afirmó que estas cifras suponen un “fracaso” mundial.
“Sería un error pensar que la pandemia ha terminado. Las restricciones se han reducido en muchos lugares, pero tenemos que combinar la vacunación con vigilancia, por ejemplo con medidas que han probado ser eficaces como el uso de mascarillas o el distanciamiento social”, mencionó en un comunicado. Es por ello, que invitó a la población en general a no bajar la guardia y seguir protegiéndose para evitar que el virus del SARS-CoV-2 se siga propagando. “Los cinco millones de muertos son un claro aviso de que no podemos bajar la guardia, de que sigue habiendo hospitales saturados y trabajadores sanitarios agotados, mientras continúa el riesgo de que nuevas variantes se extiendan y cuesten más vidas”, añadió.